Phoebe y Piper están desoladas y perdidas tras la muerte de Prue. Además son conscientes de que sin su hermana mayor, el Poder de Tres no existe. Pero entra en juego Paige, que resulta ser medio hermana de las Halliwell.
Cuando Phoebe y Piper descubren la existencia de su hermanastra Paige, tienen la esperanza de que ella pueda ser la clave para reconstruir el Poder de Tres, después de la muerte de Prue.
Piper decide combatir el mal enfrentándose directamente a los demonios, por lo que emplea su magia para encontrarlos y destruirlos. Cole y Phoebe se oponen a la actitud irresponsable de Piper cuando la joven pone a todos en peligro al localizar unos maléficos entes.
Cole descubre que La Fuente intentará destruir a las chicas. Por esta razón, Cole pide a Phoebe que tome más en serio sus prácticas en artes marciales, mientras Piper instruye a Paige en los conceptos básicos de brujería.
Paige observa la presencia de un extraño ser en la casa y pide ayuda a sus hermanas. Sin embargo, éstas no dan importancia a sus sensaciones y Paige recurre a Leo para que convenza a Piper y a Phoebe para que revisen la casa.
Piper y Phoebe intentan acostumbrarse a tener una nueva hermana. Una vez más, la devoción de Piper por su misión se pone a prueba cuando asiste al bautizo del hijo de una amiga y se da cuenta de lo mucho que desea tener un hijo.
Un demonio asesino de brujas anda suelto y está dando caza a una congregación local. Después de que Phoebe y sus hermanas se pongan en contacto con una de las brujas perseguidas, se dan cuenta de que el demonio asesino se parece mucho a Belthazor.
Al descubrir que La Fuente está herida, Cole teme que varias fuerzas del mal se dirijan contra Las Embrujadas para demostrar que pueden ocupar el lugar de La Fuente.
Piper y Phoebe observan que Paige todavía se culpa por la muerte de sus padres y es incapaz de superar la tragedia. Leo sugiere que Paige utilice las habilidades del Fantasma del Pasado para viajar en el tiempo y así conocer la causa que provocó la muerte de sus padres.